Olé olé, olé olá…


(En esta ocasión, para escuchar la música hay que pinchar en el play – triangulito negro de lado izquierdo – del cajetín. Y aconsejo hacerlo… luego explico quienes y en qué contexto/ momento son).

Bueno, pues como llevo años diciendo, y como luego musicó Diego Torres: saber que se puede, querer que se pueda. Está claro que la Selección de Fútbol, hayan ó no pensado en esa frase ó se acuerden siquiera de la canción, han aplicado este criterio. Y han «pasado» olímpicamente de agoreros, de supersticiosos y supersticiones, de fechas-aniversario fatídicas… Han salido (por fin!!!!) a jugar al fútbol, que es a lo que se dedican… y se han tomado en serio que lo hacían con una camiseta común y al margen de generosos honorarios y fichas que los terminan por convertir en mercenarios del deporte: que eso es lo que termina siendo el que pasa de su club adorado al rival en que de crío juró que nunca vestiría su camiseta. Y cuando eso se hace pasando de un club a otro en dos ó tres ocasiones… es perfectamente normal terminar diciendo que no, que ese fin de semana se está cansadito y no se juega. No vaya a lesionarse… y no poder hacer el anuncio del reloj ó la maquinilla de afeitar. Ése que tan buenas «propinas» paga por tres horas posando un ratito…

En fin: que !!!por fin!!! la Selección Española de Fútbol no sólo ha pasado de cuartos… sino que ha ganado un campeonato de cierto nivel (el segundo en importancia, tras el Mundial de Fútbol. Ó quizás al mismo nivel que éste).

¿Qué dejan? Aparte de terminar con todas esas supersticiones, pues dejan unos excelentes datos de audiencia para los partidos en general y para la cadena de Tv (Cuatro) que compró la Eurocopa (al parecer, no se amortiza el coste sólo con lo recaudado en concepto de publicidad… pero es probable que muchos espectadores se hayan enganchado a algún programa ó serie de la cadena y eso signifique subir audiencia a medio plazo. Tampoco la cadena más vista en España, actualmente Telecinco, soñaba serlo hace seis, ocho años. Y no digamos ya puntos como su informativo de las nueve… hace siquiera un año).

También dejan a una cadena de venta de aparatos de imagen y sonido al borde de la ruina (por lo visto, como prometieron regalar parte del importe de los televisores y no sé si también Dvd’s comprados antes de la Eurocopa, si España pasaba de cuartos… la bromita les va a salir por millón y pico de euros. Eso, en plena crisis y considerando que los vales se van a poder canjear en productos ya rebajados, que hasta las empresas de este tipo ponen «rebajas», lo dicho, catastrófico). Algo similar les puede pasar a algunos comerciantes que también ofrecieron regalar determinados productos si se ganaba el campeonato… es que como somos tan optimistas para algunas cosas… en fin.

Por supuesto y por desgracia, dejan destrozos en el mobiliario urbano. Y es que los gamberros y los alborotadores lo son en todo momento y condición: da igual si el tema va de protestar en una huelga, si se trata de una manifestación pacífica, un desalojo okupa, si al hacerlo en determinadas provincias se justifica como «lucha callejera con ánimo político/reivindicativo»… ó si, como anoche, es la celebración de un triunfo deportivo. En este caso, no he necesitado que me lo cuenten: anoche, carretera de salida de un gran municipio del sur adonde llegué en Metro y se diría que estaban esperando la llegada de la Selección, por la gente que se había concentrado allí. Ya me pasó en el anterior partido, el de Rusia… donde me encontré con que habían vaciado de agua la fuente ornamental (la zona sur de la CAM está llena de rotondas con fuentes, la mayoría de dudoso gusto estético, por cierto), y la policía escoltaba a los buses, apartado a los «toreros aficionados» que, bandera en mano, intentaban demostrar su destreza en el arte de cuchares con el vehículo de transporte comunitario… Bueno, pues ayer, lo mismo. Hasta que no apareció la policía, el conductor del autobús donde yo iba se negó a intentar salir. La policía nos dejó bordear la rotonda y avanzar en el carril contrario… y parar un poco más allá, para recoger a los pasajeros del bus que nos precedía ( y que no cogí por segundos… y porque no me apetecía correr). Resulta que algunos «animadores», tan deportivos ellos, habían roto dos lunas del bus, con el consiguiente riesgo para la seguridad de los pasajeros, y descolgado el retrovisor… a base de colgarse de él. Ya se sabe: espíritu olímpico. Y, como subieron comentado unas asustadas pasajeras… también habían intentado volcar un automovil particular en el que viajaban dos niños. Igual es que el conductor no se prestó a ser toreado con la bandera, no llevaba una por la ventanilla, ó, quien sabe…

Una lástima que«los de siempre» al final estén a punto de estropear la alegría general.

Bueno, y como anoche no fotografié al Otto (la «mascota vudú» de la Selección… a la que no torturé demasiado y que terminó con su banderita española«viendo» las celebraciones), pues esto es lo que hay:

Ah: la música. Se trata de un tal Michael Schaze… acompañado por la Selección Alemana de Fútbol… !!!!del Mundial de España del año 82’…!!!!!!

Ya digo: un incunable. Por cierto, me acuerdo de la letra en castellano… si la llegaríamos a escuchar veces…

Y la he buscado y seleccionado (imposible encontrar en castellano)… porque es mi recuerdo musical/futbolero más antiguo. Y porque igual si a muchos y muchas de mi generación nos gusta el fútbol (más ó menos moderadamente) es porque «sufrir» un Mundial de Fútbol organizado en casa, con sólo dos cadenas de televisión… marca.

Ya lo creo yo que marca.

Poniéndome al día con los meme’s… éste, comestible

Hago una pequeña pausa (un kit-kat, que dicen en anglosajón y decían en el anuncio de la chocolatina… nunca mejor empleado) en mi rutina posteadora, e intento ponerme (un poquito) al día con los memes.

En este caso, me nomina Lebiram:http://www.lacoctelera.com/lebiram/post/2008/06/25/meme-gustos-culinarios

Y el meme (este no es un premio, aunque el personal ya tiene tal lío en estos asuntos… que muchos meme’s «a secas» ya aparecen como premios) consiste en hablar de gustos culinareos. Veremos.

Las instrucciones son:

1) Nombrar y linkear la persona que te lo otorgo:

Pues lo dicho. Lebiram. Y este es el enlace a su estupendo blog: http://www.lacoctelera.com/lebiram

(Ah. Un matiz personal. Al margen de las condiciones. Igual es innecesario… ó no:

Soy omnivora. Además de ser el único caso conocido de diagnosticada de anorexia con un mas que evidente sobrepeso de 20 kilos (casi 70 para poquito más de metro y medio, hace unos 5 años) y entender perfectamente a los niños a quienes no les gusta comer -porque comer como acto es muy aburrido- resulta que soy omnívora. Esto es: como de todo. En mi casa nos educaron en la idea de que la comida es algo muy serio y el dinero no sobraba, en general, lo que quería decir que lo que había en el plato costaba dinero y se había comprado para comerlo. Y ya está. Y si no te gustaba algo, ó te lo comías ó te lo comías y no había alternativas -lo de «si al nene no le gustan las acelgas que se coma unos petisuis» no se estilaba-. Ni era excusa el haberse comido cualquier chuche antes para dejarse nada. Por descontado, lo de «bueno, con el bollicao ya has comido» lo olvidamos. Más que nada, porque nunca fuimos muy partidarios de la bollería industrial -por suerte- )

Dicho lo cual:

2) Contestar a las siguientes preguntas:

Un alimento que no me guste (elijo tres):

-El potaje de garbanzos y judias con espinacas y bacalao que hace mi madre. Lo siento: no puedo con él. Ni el olor, vamos. Claro que si hay que comérselo una se lo come, pero… No recuerdo que se hiciera en otro momento que en Semanasanta, y creo que mi sentimiento de rechazo a esos días viene del puñetero potaje. Hace unos días me presenté casi por sorpresa (bueno, no tanto, que tenía que ir al médico a por recetas) y es lo que tocaba comer…, y, sí, me comí las espinacas, me comí el bacalao… y fuí pinchando garbanzos y alubias blancas. Porque es un plato que se come con cuchara… pero yo empleé el tenedor para conseguir ir pescando cosas y que me entrasen… Y me gustan mucho las espinacas, de verdad, y adoro el bacalao, y en el cocido me como mi cucharada de garbanzos (estuve años sin probarlos. Cocido madrileño sin garbanzos, tiene delito). Y las alubias… es que no sé qué tengo con ellas, pero me sientan fatal. Me levantan dolor de cabeza, no digo más. Asi que cuando algún domingo, y sé que mi madre lo hace con su mejor intención porque «eso seguro que no lo comeis entre semana» (más bien lo hace por mi hermano) y ella tampoco lo prepara para dos (mi padre y ella), tocan judias pintas, blancas… hago un ímprobo esfuerzo, pesco alguna alubia del caldo, me como algo de carne… y ya sé que esa noche me toca tomar alguna aspirina. De veras: me sientan fatal.

-El néctar de melocotón (ó eso que venden como zumo, vaya): Cosa rara, porque los melocotones me gustan mucho… Pero el zumo… lo mismo, sino hay otra cosa, pues se toma. Lo relaciono con un «pack»: domingo, años 70′, primeros 80′. Mi hermano y yo comemos en la cocina alubias blancas con nectar de melocotón por bebida (cosa rara: en mi casa siempre se comió con agua. Igual es porque era domingo, ó alguna fiesta… ó para que nos comiéramos las judias). En la tele ponían «La casa de la pradera» ó algo así… que hasta que no terminásemos de comer no iríamos a ver. Yo creo que es el recuerdo del conjunto, que cual negativo de la madalena proustiana… me ha afectado.

-El arroz blanco que hace mi madre. Otra cosa rara: me encanta el arroz. Podría vivir a base de arroz. Pero no sé lo que tiene el de mi madre… que no. Yo creo que se pasa con el ajo que le echa, ó el perejil, ó… El caso es que todas esas cosas me gustan mucho, pero no el resultado. Aunque también puede tener algo de trauma… que durante años comíamos una ó dos veces por semana eso que se supone que gusta con locura a los niños, y que es arroz blanco hervido, con un huevo frito encima y tomate frito de lata alrededor… y que, lo siento, a mi no me gustó nunca. Eso de espachurrar el huevo y que pringase el arroz…, como que no. (Además, por entonces ya debía estar a régimen, que llevo desde los díez años. Lo que me convierte en la única persona que conozco que sabe comer huevos fritos sin pan…)

Nombrar 3 comidas favoritas:

Aunque ya he dicho que como poco y que me conformo con cualquier cosa y que comer no me apasiona, veremos:

El arroz. La excepción es el ya comentado «blanco» que cuece mi madre. Pero podría desayunar arroz en copos, comer un primero de sopa de arroz con caldo de cocido, seguir por un segundo de paella con cualquier cosa (pollo, bacalao, chipirones, verduritas, marisco) y acabar con arroz con leche. Y para cenar, arroz tres delicias, mismamente…

El gazpacho. Con la salvedad de gran parte de los envasados (que no sé que pintan cosas como la mayonesa en el gazpacho, francamente. Cuando me pongo a leer los ingredientes y veo cosas como «huevo», «vinagre de jerez»…, prefiero triturar yo misma los ingredientes en la turmix). Y ya puse mi receta del gazpacho en un post específico, por cierto…

Bacalao con tomate. Otra cosa que podría comer todas las semanas. Incluso más de una vez. Me gusta recién hecho, me gusta frío de un día para otro… Por descontado, el tomate tiene que ser frito en casa, con la cantidad justa de azúcar para matar la acidez…

Mi receta favorita:

Si es preparada por mí, y al margen del gazpacho y el pisto… el arroz con pollo. Me queda estupendo. Y eso que no me enseñó nadie a hacerlo (bueno, ni eso ni nada, que cocino por puro instinto). Es una especie de paella, con arroz amarillo (vale el colorante de toda la vida): se sofríe un tomate, un poco de cebolla bien picada y un ajo idem, se rehoga bien el pollo (un cuarto ó un par de contramuslos por persona, mejor sin piel ni grasa, pero eso ya queda al propio gusto), se añade en arroz ( cincuenta, setenta gramos por persona, depende de la cantidad de pollo: a más pollo, menos arroz, claro), se remueve para que se impregne del sabor del sofrito y el pollo, se añade un poquito de perejil bien picado, y agua: el doble que el arroz (ó el tripe si es de los arroces «que no se pasan»). Una latita de guisantes escurridos, ó un puñadito de judias verdes, ó ambas cosas. Si gustan, unas tiritas de pimiento morrón de los de lata. Y a hervir, hasta que el agua se evapore (si se vé que aún el arroz está duro, se añade más agua. Y lo mismo con la sal: yo la echo al tiempo que el pollo… y se puede rectificar con la cocción). Como digo: de lo más simple y más resultón…

Mi bebida favorita:

El té helado. A poder ser, con limón ó melocotón (lo dicho antes: me gustan los melocotones…). El de limón lo preparo yo: té normal, rodajitas de limón, que repose un rato… y al frigo. Se puede hacer con dos ó tres bolsitas y llenar una botella de litro. El de melocotón y demás especialidades (verde con manzana, por ejemplo) los compro envasados. Y, en este tiempo y también… !!!donde esté una horchata granizada, ummm!!!!

El plato que sueño lograr:

Una receta de lo más afrodisiaco… pero afrodisiaca de veras. Que poner en práctica cuando aparezca el drácula ó el jamfribogar de mi vida…(según se aplique el concepto «vampiresa» en una ú otra línea, vamos).

Mi mejor recuerdo culinario:

Es curioso… no tengo grandes recuerdos relacionados con la comida. Bueno, preparar rosquillas por semanasanta con mi madre, hace no demasiados años (me lo pasé muy bien: me dediqué a hacer trenzas y cosas raras con la masa y me reí mucho). Algunas comidas con amigos, de ésas en que lo menos importante es la comida. Una especie de cena de empresa (en realidad, era el cumpleaños conjunto de nuestro jefe y su socio) cuando ya sabía que no seguiría en ella, ni mi amiga Tony tampoco, y que nos dedicamos a pelar langostinos intensivamente para entretener a su marido (el de ella, sí) y que pudiera escaparse un rato a llamar por teléfono a su amante (sí, también el de ella). Sé que dicho así suena raro… pero es que todo en aquella empresa era asi de surrealista. Vivíamos en una realidad aparte. Es curioso que recuerde todo aquello como algo divertido… cuando me consta que mi vida en ese momento era un desastre total…

Y hasta aquí, por lo visto, llega el cuestionario…
http://media.imeem.com/m/9wpUSLCOOG
Ahora, el resto de los requisitos:

3)Colocar el reglamento en mi blog.

Está. Bueno, está en cuanto ponga la siguiente claúsula, mejor dicho.

4)Otorgarlo a 6 personas y avisarles en sus blog’s.

Bien. Pero me temo que a estas alturas lo ha debido hacer ya media coctelera. Así que:

Lidia: Que ha cambiado de nuevo de avatar. Y seguro que tiene algo interesante que contar también en un tema como éste…
http://www.lacoctelera.com/licemar

Fenicia (Mari Carmen): Porque le gusta contar historias de su entorno, pasado y presente. Y estoy segura de que nos dará alguna sorpresa con respecto a sus gustos culinarios… y quien sabe si alguna receta…
http://www.lacoctelera.com/fenicia

Cata: La parte internacional de mi lista. Que sí, que yo sé porqué lo digo…y si se leen sus post desde el primero, se entenderá enseguida.
http://www.lacoctelera.com/catalina-la-pava

Iñakito: Como diría Joserra, un antiguo cliente mío, madrileño que se fue a poner un restaurante a un municipio vasco…porque «hay que ver cómo come esta gente». Pues eso. Y porque cuando habla de comida y costumbres…me río hasta las lágrimas.
http://www.lacoctelera.com/www-lacoctelera-com-inaki

Julieta: Porque aunque es casi «nueva» por estos lares… siempre tiene algo interesante que postear. Así nos enteramos de cómo va su vida en pareja… también en lo referente a la cocina.
http://www.lacoctelera.com/sobreviviendoenpareja

Oli: Entre otras cosas, porque le gustan los meme’s. Y porque es de una «tierra bruja» donde también se come… ummm, de vicio.
http://www.lacoctelera.com/terrameiga

¿Más razones para nominarles? Probablemente, alguno ya haya hecho este post (me enteraré cuando pase a «notificárselo». Pero como también soy consciente de que a través de este tipo de juegos se aprovecha para conocer nuevos cocteleros (nos ha pasado a todos: uno de nuestros «leidos» habituales pone el enlace de otro «ajeno» en un meme ó similar, se pasa a curiosear a ver qué hay que le haga merecedor de ser enlazado… y así empiezan nuevas relaciones cocteleras), pues ahí dejo los enlaces. Por si alguien no conoce a alguna y alguno de los «nominados»: aseguro que valen mucho la pena.

Ah: hay que etiquetar el post con el/la tag «gustos culinarios«. Como siempre en estos casos: es que así es más fácil ir leyendo los post que se vayan añadiendo a esta propuesta…

Punto de partida sin ganas

Como he dicho alguna vez, los jueves no suelo estar en casa más que a primera hora (ni los domingos). Así que lo que pase en lacocte se me acumula para la noche ó para el día siguiente…

Igual por eso aprovecho. Y escribo este post.

No me gusta quejarme. A veces lo hago, sí, y más de lo que quisiera. En el mundo real, poco. En este blog algo más. También porque lo abrí con ese fin, el del desahogo. Un sitio donde volcar y volcarme. Quizá si lacoctelera, como emplazamiento de blogs, tuviese otro formato… este blog llevaría tiempo abandonado. Me habría servido al principio, en que fue el lugar donde contar lo que no existía en mi mundo real de cara a lo demás. Y habría terminado cuando decidí que algunas cosas no podían tener «alas», vida propia. Cuando algunas heridas se convirtieron en cicatrices… ó, tal vez, cuando reconocí que ni siquiera habían pasado de imaginarios rasguños.

Pero no: lacoctelera tiene como diferencia el «intercambio». El hecho de que nos avisen de las actualizaciones de otros, de sus comentarios, que podamos entrar en amigos de amigos… Eso hace que los blogs no se reduzcan al diario personal que, ó comunicas que existe a los amigos, ó ahí queda, casi escondido entre millones de páginas personales… Por eso este blog siguió, creció… llegó a las cincuenta mil visitas registradas. Por eso sigue aquí.


Desde que empecé este proyecto, en el otoño del 2006, no había estado tan desanimada como estoy ahora. No, no por el funcionamiento del blog. Es… no sé. Es mi vida, que se empezó a torcer demasiado pronto, pero a cuyo desnivel me fuí adaptando. Mi vida nunca fue como se suponía que debía haber sido. Mi vida siempre estuvo llena de renuncias, de no querer ser egoista (ignoro el porqué de ese afán: ¿cultura judeocristiana?), de dejar el puesto a los demás… No, no me arrepiento. No me arrepentí en su momento y ahora sería absurdo. Pero reconozco y admito que soy la consecuencia de mis propios errores, de unos errores que al tomar algunas decisiones sabía estar cometiendo, pero…

Pero he llegado hasta aquí. Y miro hacia atrás. Y veo que apenas tengo nada y que llevo más de media vida «perdiendo el tiempo», perdiendo ocasiones de ésas que sólo se presentan una vez.

Hace… muchos años, casi veinte, y por estas mismas fechas, mi vida era como es ahora. De pronto, me encontré sin trabajo al comienzo de un verano que se antojaba demasiado largo, y por eso sé que es el peor momento para ponerme a buscar. Me encontré con que no podía recuperar a una persona de quien me había dado cuenta de cuánto la necesitaba cuando ya era demasiado tarde. Me encontré con que había perdido el contacto con demasiada gente. Y con que necesitaba trabajar, siquiera por razones obvias de supervivencia… y no sabía por dónde empezar a tirar…

En aquellos momentos, la solución fue ir a echar una mano, sin sueldo, a un antiguo compañero de trabajo. Porque aunque podría ponerme a buscar en otros sitios (de hecho, lo hice: creo que fuí a una reunión para aprender a «promocionar» en stands de grandes almacenes; estuve un día ó dos acompañando a repartir catálogos para venta de enciclopedias; volví a la empresa donde había trabajado para tener ese mes un sueldo… bajo, pero sueldo, que eran sólo comisiones) lo que quería no estaba allí. Así que trabajé sin sueldo para mi medioamigo casi dos meses… y al tercero, ya sí me pagaron. Y pasaron dos años y pico. Y coloqué a aquella empresa, por un sueldo ridículo y sin asegurar, y con unos jefes mucho menos ambiciosos que yo, en un lugar destacado en nuestro sector. Y allí la dejé, y conocí a «M»… y el resto es historia (la empresa cayó a gran velocidad antes de un año, por cierto: resulta que no «funcionaba sola», como llegué a saber que decían mis jefes mientras pasaban el día en el bar de abajo).

Pero tenía casi 20 años menos. Y muchas, muchas ganas de aprender, de hacer cosas. De recuperar otras que creía por derecho merecer (muchas sí, las recobré. Otras supe por el camino que no me eran tan vitales: entre ellas, algunas personas).

Y ahora…

No sé. Lo cierto es que nunca pensé que pasado el tiempo, estuviera en el mismo punto. Sin nada más que pequeñas propiedades que no me son imprescindibles. Sin casa propia (cuando podría tenerla casi pagada de haberme organizado de otro modo, más sensato. Cómo seré tan sensata para los demás y tan poco para mí. Tan poco egoista). Sin pareja. Sin hijos. Sin trabajo. Camino de los cuarenta.

Cada fallida entrevista de trabajo me produce un cansancio atroz. Cada vez que veo como no hay respuesta a mis CV, me desanimo un poco más. La inactividad me produce tal fatiga que me hace estar aún más inactiva…

Y encima, el calor.

http://media.imeem.com/m/iVG1dtFiEwSé que terminaré por encontrar un trabajo «de supervivencia». Que, igual, termino por encontrar algo «en lo mío» y a la altura de mis facultades/posibilidades (es tremendo que en un posible trabajo te digan que no, porque estás muy por encima de lo que te pueden ofrecer. Ó, peor, que te lo den a entender… y tengas que dar la respuesta de que necesitas trabajar). Pero se me está haciendo muy largo todo este tiempo. Toda esta travesía que no sé si va a algún sitio.

Y, lo peor, que estoy tomando clara conciencia del tiempo y las oportunidades que he perdido.

No, hay cosas que no se deben hacer. No se puede condicionar la vida profesional, no se puede poner como meta el hacer ó no hacer algunas cosas «por amor». Y yo lo he hecho demasiadas veces. Y, al final… qué más da.

Al final, simplemente estoy en el mismo punto de partida de toda esta aventura. Y sin ganas.

… Y cincuenta mil

Ya lo mencionaba en el anterior post: estaba a punto de ver la evidencia de los 50000 visitantes en mi blog. Lo que ocurre es que pequé de optimista… y no, el visitante 50000 no se produjo el día de San Juan, sino en las primeras horas del día 25. Bueno, salvo que procediera de un país más al oeste que España (algo muy probable: más de la mitad de mis visitas proceden de otros paises, y gran parte son del continente americano) por lo que en su realidad sí sería aún 24 de junio.

Supongo que si hubiese actualizado ayer, y hubiera escrito un post sobre el tema que tenía pensado para esa fecha, sí se habría producido la visita 50000. Ó no: admito que los días medio festivos y, además, en estas fechas, reducen el consumo de internet: gran parte de esta navegación se hace desde los lugares de trabajo (seamos realistas: antes se leía a escondidas el periódico, el best seller, se escribía una carta a la amiga que adelantó sus vacaciones ó al amor del pasado verano, ahora se navega por la red con la máxima impunidad y la excusa de estar trabajando), y el ser San Juan medio laborable y estando ya las piscinas abiertas y habiendo llegado el calor y teniendo los niños vacaciones y algunas empresas jornada reducida… lo dicho: también hay menos visitas a los blogs (lo noto en mi contador de google).

También supongo que el visitante nº 50000 no lo fue a mi último post (digo yo que por curiosidad se habría identificado, como sugería). Posiblemente llegó redireccionado por los buscadores a otro artículo…

En cualquier caso: cincuenta mil (y alguna más) visitas registradas. Por lo que sólo puedo decir CINCUENTA MIL BESOS, ABRAZOS, ACHUCHONES Y AGRADECIMIENTOS A TODOS.

http://media.imeem.com/m/B3NzWAp683
Los anteriores «miles» generaron estos post:

http://www.espacioblog.com/bruxana/post/2007/09/12/9999-y-tesoro

http://www.espacioblog.com/bruxana/post/2007/11/08/gracias-gracias-gracias

http://www.espacioblog.com/bruxana/post/2008/01/14/treinta-mil-trece-gracias

http://www.espacioblog.com/bruxana/post/2008/03/06/y-cuarenta-mil

Claramente, el ritmo de visitantes se aceleró a primeros de año… y regresó a la normalidad en marzo.

A ver si tras estos 50000…. es mi vida la que vuelve a la normalidad. Ese es mi gran deseo de San Juan.

Mientras tanto, y mientras aparte preparo los dos ó tres post que llevo de retraso, lo dicho: cincuenta mil gracias a todos.

De corazón.

Deseos. Fuego, aire, agua.

Seguro que si lo llego a planificar, no sale…

Mientras escribo esto, mi blog registra 49919 visitas. Lo que quiere decir… que seguramente, la visita nº 50000 se corresponderá a este post. Ó, en cualquier caso, y es a lo que iba, se producirá el día 24 de junio. El día de San Juan… con lo que eso implica para las «brujas»… y con lo que eso implica para alguien como yo.

El día de San Juan, ya para siempre, será para mí el día en que conmemoro determinado primer encuentro con alguien.

Lógicamente, el post de hoy debía versar sobre ese asunto. Y seguramente lo escriba, claro… Pero tal vez no sea ése el post que lea mi visitante nº 50000.

En estos momentos, no llueve y parece que se ha calmado el viento. Ha caido una enorme tormenta, con gran aparato eléctrico (esto es, profusión de relámpagos y truenos. Uno de los rayos ha debido caer muy cerca, probablemente en la subestación que tengo a apenas 300 mts de casa, que tiene pararrayos y es normal y frecuente la caida de éstos en las tormentas).

En la terraza, tengo ardiendo una vela de vainilla dentro de su recipiente de mosaico en cristales de colores. Otra, también de olor y en un recipiente de vidrio verde, se ha apagado varias veces y al final ya he desistido en mi empeño de que siga ardiendo: la quemaré mañana. Dentro de casa, en el mueble donde tengo el televisor y bajo un estante donde además está el mini-buda de turquesa al que suelo quemar inciensos, arde otra vela. Ésta pequeñita, con olor a naranja y canela, también en su recipiente de mosaico. No suelo acostarme sin apagar antes cualquier vela encendida… y también por eso estoy despierta y levantada, casi a las dos y media de la madrugada. Aunque esta noche puede ser una excepción y dejar las velas arder: es San Juan y son llamas que arden por esa razón (y en sitios seguros). Además, la que arde en el comedor debe estar a punto de agotarse, por las horas que lleva encendida.

Anoté en un papelito las cosas que quiero sacar de mi vida. Lo prendí fuego hace un rato con la llama de la vela de la terraza, para que el humo se lo llevase el viento cargado de ozono. Lo dejé arder en un plato metálico y tiré las cenizas al inodoro. Luego enjuagué bien el plato, volví a tirar ese agua y dejé que la cisterna descargase, arrastrando cenizas hacia el mar, a través de cañerías y desagües y ríos. Deseo de perder cosas que no hacen sino entorpecer mi vida. Fuego, aire, agua.

Poco más.

http://media.imeem.com/m/Kf9M1weU39Si alguien me hubiese dicho cuando empecé el blog que llegaría a las 50000 visitas, le habría llamado exagerado ó habría agradecido la frase como se agradece un cumplido.

Si me hubiese anunciado que esa visita 50000 llegaría el día de San Juan…, en fin, directamente no le hubiese creido.

Pero ya se vé: hay cosas que sólo si no se planifican, salen…

(Edito post: Si el visitante nº 50000 es consciente de que lo es… agradezco que lo haga saber en un comentario. Es simple curiosidad… Gracias!!! )

Calor sofocante y otras relatividades

Qué mal llevo el calor…

Y cada año, peor. No, no le voy a echar la culpa a la edad (me consta que no tiene nada que ver. La edad sólo sirve para acumular experiencia… si hace calor, lo hace con 5 años, con 18 y con 50. Bueno, y con lo que sea: no tengo ninguna de las edades mencionadas). Tampoco voy a decir eso de que si el cambio climático ni el calentamiento global: por descontado, existen y de ahí que este año no hayamos tenido invierno propiamente dicho y sí lluvias que rozaron lo tropical, pero recuerdo perfectamente veranos calurosos… muy calurosos. Sí podría echarle la culpa al sobrepeso (a más grasa, más calor, obvio). Pero quizá tenga más parte de responsabilidad la vida cómoda…

Me explico. Por trabajo, durante casi dos años éste se desempeñaba básicamente en la calle. Y vestida de señorita : tacones, blusita, falda de largo moderado. Y eso significaba que se tenía que salir y «patear» la calle con cero grados en febrero y con 40º en julio, y punto. Luego, parte de mi trabajo era en oficina… y bastante en calle (mucha gestión inaplazable hiciera el tiempo que hiciese). Eso, sin contar con que el horario de comercio «partido» significaba entrar a las cuatro y media… y, sí, caminar diez minutos mínimo desde la parada del bus. Agosto, cuatro y cuarto de la tarde, tras salir de casa a las tres y media, sin un puñetero árbol que sombrease el camino… Pues bien: se sobrevivía. No había más remedio y ya está.

Los dos años que trabajé para «M» conllevaron dos veranos. Uno de ellos, completo en la oficina (pedí las vacaciones en septiembre…, en mi sector, no se me vuelve a ocurrir). Dos veranos calurosos, sin aire acondicionado, en una oficina donde la mitad del día daba el sol por la mañana y la otra por la tarde. E, igual: con gestiones que hacer en la calle que ó hacía yo ó hacía yo (más que nada, porque bastaba que el clima fuese inclemente para que él no hiciera las cosas… para eso me tenía a mí, que no le decía «no» a nada. Y menos si el encargo me lo encontraba en una notita encima de mi mesa a las diez menos cuarto de la mañana… que él ya había pasado por allí y no lo veía en toda la mañana). Teníamos una especie de refrigerador de aire que funcionaba llenándolo de litros de agua… pero estaba instalado en su despacho. Y…, bueno, igual un día hablo del tema, ahora no me apetece. El caso es que pasé dos veranos muy calurosos.

Y luego hubo otros veranos de horarios similares, sin más refrigeración que los ventiladores, con trámites inaplazables a media mañana ó media tarde, con el abanico, con la cocacola en el mejor de los casos…

¿Cuál es la diferencia con el momento y la sensación actual, entonces?

Pues que con el tiempo, una se vuelve cómoda. Que se aplazan las obligaciones «para última hora de la tarde, que hará menos calor». Que se bajan las persianas y no me subo a los tacones. Que la «no obligación» de estar impecable me hace evitar el maquillaje ( ¿cómo podría dedicar media hora matinal, un rato a mediodía, retoques a lo largo de la jornada… a estar perfectamente maquillada… con este calor? ), que el pelo se recoje con una pinza en lo alto de la cabeza.

http://media.imeem.com/m/xfOEhOI3iu
Que llevo muy mal el calor, sí, y lo he llevado siempre. Pero que tengo claro que si no tuviese tanto tiempo «libre» y en cambio sí la obligación de maquillarme, peinarme con cierta gracia, vestir con el pantalón y la camisa y la ropa interior conjuntada y las sandalias de tacón y las joyas y el megabolso y la carpeta/maletín… tendría el mismo calor, sí, pero igual pensaba menos en ello.

Y, seguro, me sentía más aliviada al llegar a casa y poderme quitar todo aquello… y decir «qué bien el fresquito del toldo y las persianas bajas, qué bien el barreño con sal para los pies cansados, qué bien la ducha…»
Qué bien los placeres pequeños que no apreciamos cuando se vuelven accesibles en cualquier momento.

Llevo muy mal el calor. Pero es que me he estoy volviendo muy…¿cómoda? Más bien, vaga.

Y qué relativo es todo.

Por una vez: el verano empieza el 21 de junio

Actualizando por actualizar. Redacto un post (ó algo así) nuevo porque no me gusta ninguno de los que tengo a medio redactar en el «borrador».

Ha llegado el verano a la CAM a lo bestia. Como corresponde, con la diferencia de que otros años hemos pasado del frío casi polar al calor sofocante que tenemos hoy, y este año en cambio hemos conocido por fin lo que es el «entretiempo»: eso de poderse poner los jersecitos ligeros, los zapatos de talón ó puntera abiertos sin medias, de llevar en el bolso un paraguas por si llueve de repente y torrencialmente (ese fenómeno atmosférico que seguro algunos menores de 14 años sólo conocían por los libros) e, incluso, hemos entendido porqué algunas revistas de moda incluían durante años la «gabardina en tonos pastel» como prenda básica primaveral: cierto, si llueve, igual viene bien tener algo así…

Pues eso: que ya está aquí el verano. Y, por una vez, hasta ha tenido el detallazo de coincidir con la fecha en que nos avisaron que astrológica y astronómicamente hablando llegaría. Porque esta noche !!!…ha hecho un calor…!!!!

Tengo claro que ni el verano ni el calor vienen bien para mi actual situación de «buscadora de empleo«. Que si otros años se cubrían las vacaciones de los empleados fijos, en algunas empresas, con«contratados eventuales para esos días» (que iban rotando por los puestos durantes los dos meses y medio), este año me temo que preferirán correr el riesgo de que se les «acumule el trabajo» (cosa improbable, la verdad) y que los compañeros de quien esté de vacaciones se apañen para intentar hacer lo suyo y lo de los que falten. Eso, si no optan por determinar que toda la plantilla coja las vacaciones en la misma fecha y cierren… como se hacía hace años. Eso que se llamaba «veraneo», vamos.

Así que acumularé neurosis variada y cansancio provocado por las altas temperaturas.

http://media.imeem.com/m/tzBx-sstM0
Y, como esto era un post «de los de actualizar», que ya lo avisé… pues lo dejo así.

Como digo en ocasiones similares: igual… esta noche más.

Pesimista con sol

Tengo el sueño descolocado.

Bueno, supongo que toda yo estoy descolocada.


Esta mañana estaba despierta antes de las ocho. Igual porque ayer me tuve que levantar (sí ó si) a las ocho menos cuarto. Y, como tengo un reloj en el cerebro… aunque puse el despertador, marcaba las siete y cuarenta y cuatro cuando abrí los ojos (lo justo para que al primer pitido pudiera pararlo). Igual mi cerebro se mentalizó tanto… que esta mañana pensaba que tocaba levantarse a la misma hora…

El deseo era quedarme en la cama, intentar dormir otro rato (que me acuesto a más de las dos). Pero no ha habido modo. Antes de las nueve estaba levantada. Antes de las diez estaba pintando un encargo (no, no un cuadro: ya ni pinto. Ni dibujo, vamos) en el suelo con el primer café enfriándose a mi lado. Luego ya he conectado el pc, para imprimir más copias del CV, repasar el correo… Y, cómo no, se me fue la mañana sin hacer nada de provecho. Porque son las doce y pico y no he hecho ni la cama…

Así que, con este descontrol, disfrazando el sueño con cafés, muchas veces tomados por puro compromiso social, arrastro un cansancio interior que el insomnio que me produce mi actual situación no permite curar.

Encima, las lluvias continuadas de los dos últimos meses han retrasado la primavera. Ó, peor, me la traen a ratitos. Entre la alergia y el estrés tengo la piel fatal. Cuando las cosas en mi entorno se «descolocan» a mí me repercute en la piel, en el pelo (no hay champú ni mascarilla ni serum que evite que se encrespé y se niegue a ser dócil, vital, brillante), en la espalda, que me vuelve a doler.

De cada entrevista de trabajo fallida (no tanto porque no me escojan… sino por la experiencia en sí) me queda un cansancio infinito. De cada llamada que no suena en respuesta a los CV, me aumentan las ojeras.

Estoy empezando a responder ofertas en portales de empleo virtuales que hace apenas unos días ni me planteaba por lejanía, mal horario, demasiadas exigencias. Aparte ya de la necesidad económica, que ya empieza a ser una realidad, está la necesidad psicológica de trabajar. Ésa que prima por encima del dinero. Porque sé que una vez tenga un trabajo, aunque sea mal pagado, ya se me activará el ingenio y buscaré cómo optimizarlo, dónde seguir buscando para cambiar…

http://media.imeem.com/m/Q3JQMkyJmj
Sé que la primera veintena de junio nunca fue una etapa buena en mi vida. Pero este año me está pareciendo que ni a finales las cosas van a empezar a arreglarse.

En fin. Igual es el sueño, que no tengo conscientemente pero está ahí, pero me estoy sintiendo muy pesimista para el sol que hace.

Hoy: entrevista (con la vampiresa) en el polígono

Aunque sé que tengo pendiente responder a los últimos comentarios… actualizo antes.

Ayer apenas estuve en casa (intendencia farmacéutica, que se llama) y cuando regresé ya por la noche, entre intermedio e intermedio de la tele y quise entrar/comentar/responder… lacocte y mi pc parecieron haber decidido en mi ausencia conspirar para darme todo tipo de problemas… por lo que me dió la una de la mañana sin conseguir mucho más que leer los comentarios recibidos, entrar en un par de blogs amigos y creo que comentar en alguno… Todo esto, conectándome una y otra vez, abriendo sesiones en internet y en lacoctelera… Vamos, de esas experiencias que no hacen sino desanimar más.

Como tenía que madrugar (bueno, que levantarme antes de las ocho) no me acosté tan tarde como suelo hacer los últimos tiempos.

Tenía una entrevista. De uno de esos sitios a los que una manda el CV a través de un portal de búsqueda de empleo y que a veces hasta contestan y todo (parto de la base de que la mayoría reclutan a sus empleados por métodos tradicionales: mandan una solicitud al INEM, ponen un anuncio en algún periódico gratuito y un cartelito en la puerta, si se trata de un local puerta calle. Lo de internet no pasa de ser accesorio… y cosa de las ETT’s).

En este caso, me sorprendió la llamada. Me sorprendió en ambas acepciones: fue una llamada mientras esperaba que me atendiera el médico, y no la atendí porque en estos casos y si no reconozco al interlocutor lo que no voy es a ponerme a hablar en la sala de espera… ni salir a la calle y que se me pase el turno. Y fue una llamada de un sitio donde ya me daba por «descartada» (el menú privado del sitio donde se publicó la oferta ya me lo había dicho así, creo que al día siguiente de suscribirme a la oferta. Por lo que pensé que habían cubierto el puesto por los antes referidos «métodos tradicionales» y no le dí más importancia.

Bueno, pues no. Al tercer intento me dejaron mensaje en el contestador. Que era fulanito de tal sitio, que tenían una propuesta de empleo que hacerme, que les llamase cuando pudiera…

Por no enrollarme: en tres llamadas cruzadas, concertamos una entrevista para hoy a primera hora (las nueve y media). Curiosamente, en la segunda llamada (la primera la hice yo) me preguntó por las pretensiones económicas… No sé: ¿tanto han cambiado las cosas que ahora es el candidato quien debe proponer, en plan subasta? Mi respuesta fue la habitual: estoy abierta a propuestas, y pienso que visto mi CV uno puede hacerse a la idea de, más ó menos, en qué franja salarial me muevo. Y también pienso que el empleador tendrá pensado qué puede ofrecer dependiendo de para qué necesite al trabajador (algo obvio, vamos).

Por la noche, volví a buscar la oferta (a ver de qué iba en concreto). Bien: fue de la época (hace dos ó tres semanas) en que sólo me suscribía a cosas relacionadas con mi sector. Así que en ese sentido, vale: secretaria de dirección para la división «x» de una conocida empresa, radicada en un municipio colindante al mío. Como una de las ventajas de internet es poder ponerse a «cotillear» buscando información sobre empresas y personas, busqué… porque no me sonaba para nada que la referida compañía se dedicase a para lo que se suponía que necesitaban cubrir una vacante. Aunque nunca se sabe. Y tampoco la situaba geográficamente en el sitio donde decían estar… aunque la gente se cambia de domicilio, eso es lo de menos.

Así que a las nueve de la mañana estaba, con el sol ya cayéndome a plomo (qué día he elegido ó qué día ha elegido el verano para llegar en todo su esplendor) en pleno polígono industrial a medio urbanizar… Menos mal que a esas horas, como lo que hay por allí son gruas, hormigoneras, palés de material de construcción… no había carreras ilegales de coches tuneados (es que el enclave es famoso en esta zona por esa razón. Con sus accidentes mortales y todo).

Y, en fin, para qué alargarme con detalles…

Las oficinas están en el sótano de un antiguo edificio que durante los últimos (mínimo) 25 años fue una fábrica/almacén de droguería. Eso sí, lo han rehabilitado enterito (salvo el suelo, se nota mucho su origen). A esas horas, el resto del edificio parecía desierto, pero me ha indicado una chica latinoamerica muy agradable que, cómo no, era la encargada de la limpieza (es que por esta zona ese asunto es casi potestad exclusiva de la inmigración. Cuando una se entera de qué salarios ofrecen en la mayor parte de las empresas de ese sector… entiende que nos hemos vuelto muy selectivos los «nativos» y que sólo ellas aceptan determinadas condiciones) dónde tenía que ir. Abajo he esperado junto al recepcionista (chico) en una recepción con aspecto de llevar allí dos días. Hasta que ha aparecido quien me llamó ayer, y que deducí luego era el encargado de RRHH. Que me ha acompañado al despacho de quien tenía que entrevistarme…

… que no era sino la abogada de la empresa. Y nieta del dueño.

En muchas, demasiadas, ocasiones… las mujeres a la hora de contratar somos nuestras peores enemigas. Éste ha sido uno de esos casos. Porque ha salido el tema de «¿estás casada, tienes novio con intención de hacerlo en breve, tienes niños? Porque, ya supondrás, no vamos a contratar a nadie que se vaya a coger una baja de maternidad en los próximos años…»

Lo más alucinante es que en el transcurso de la entrevista ha salido el tema: tanto la persona que ocupaba el puesto que ahora está vacante como ella misma… están con reducción de jornada por maternidad. Bueno, deduzco que la otra chica ha pasado de la reducción de jornada a lo que me ha definido como «una baja… que si no es definitiva, sí va a ser de muy larga duración». Ó sea, que ya me iban poniendo en antecedentes: ni se me ocurriera decidir tener vida propia si pensaba trabajar para ellos. También me ha dicho si era de las que «se ponen mala todas las semanas, no hay mes que no falte dos días por cualquier razón ó excusa». No, no soy así. Soy del género masoca que va a trabajar con 40º de fiebre (aunque eso no se lo he dicho así).

A esas alturas, ya me había insistido en el «asunto sueldo«… y yo le había contado cual era el mínimo que ganaba hace tres años… y qué era mi sueldo normal neto y anual. Sin exageración… aunque por su reacción he entendido que su oferta no iba ni a acercarse. Obviamente, he recalcado que no iba a rechazar una propuesta interesante sólo por un tema económico…

Ha llamado al encargado de RRHH para que me hiciera una «pequeña prueba de nivel» (a esas alturas había pasado por preguntas estúpidas varias, aunque ella no me parecía antipática, debo admitirlo). Por lo visto, el puesto ofertado era para ser«la secretaria personal de mi abuelo, el dueño de la empresa» (igual eso impresionaría a algunas… a mí no) y «pertenecer a mi equipo directo de colaboradores». Ó lo que es lo mismo: filtrar llamadas, organizar agendas y viajes, redactar documentos (me ha hecho gracia la pregunta de «si serías capaz de copiar un contrato». Le he respondido que los redacto de cabeza. Ella no sé si sabría copiarlos) y quién sabe qué más… Eso sí, con un estupendo horario «de nueve a dos y de cuatro a ocho, de lunes a viernes. Que aquí no tenemos horario de verano ni esas cosas», a lo que le he respondido que, bueno, yo he trabajado hasta los sábados completos (no he añadido que «aunque es algo que no me planteo volver a hacer»). Y en pleno polígono industrial de las afueras. Y todo ello, como me ha dicho el responsable de RRHH antes de la prueba de nivel…«por el sueldo base y lo que supone de incremento la hora extra que se echa a diario». Obviamente, mis «pretensiones salariales«… ni de lejos.

Así que el hecho de que la prueba consistiera en copiar en word una carta y hacer una factura en una hoja de cálculo… en fin, porque ya estaba allí y qué más daba.

Y como resulta que tenía que hacerlo en la versión 2007 del Office de Microsoft, que no conozco (ni el responsable de RRHH) tampoco… pues ha sido todo un desastre. Lo siento mucho, pero he sido totalmente incapaz de localizar en el programita de marras dónde estaban las fuentes, dónde poner el formato de página (márgenes, sangrías), cómo eliminar el subrayado que de pronto me ha marcado media carta… Ya ni hablemos de las columnas, filas y demás de excel…

Al parecer, la carta tenía que redactarla en un tiempo determinado. Con ella casi acabada, no sé dónde le he dado que ha desaparecido… así que he cogido el bolso, he ido a su mesa y se lo he comentado… dándole a entender que me iba. Pero me ha pedido que volviera a intentarlo (me temo que el puesto es cualquier cosa menos muy solicitado…). Y en ese segundo intento es cuando he confirmado que no, que no conozco el office 2007… y que, francamente, el puesto me interesaba tan, tan poquito… que ni me he molestado en pedir más información sobre cómo funcionaba aquello. Así que tras no ser capaz de cuadrar el aspecto de la factura, he vuelto a su mesa, le he comentado que lo sentía, pero no conocía el programa y era totalmente incapaz de darle forma a aquello. Y sin dar ocasión a más oportunidades, le he agradecido la atención tendiéndole la mano….

… y he salido polígono industrial en obras adelante a buscar la parada de bus que me devolviera a mi mundo civilizado.

http://media.imeem.com/m/DRroSUh857
Chollazo de puesto: salir de casa a las ocho de la mañana para volver a las nueve de la noche en el mejor de los casos, teniendo a mediodía dos horas para comer… no sé si en el descampado más cercano, ser la«secretaria personal» de alguien con nietos de mi edad y compaginarlo con ser «parte del equipo» de una licenciada en derecho con menos conocimientos en su materia que yo… partiendo de la base de que tendría prohibido tener un mínimo de vida privada… Y todo ello, por aproximadamente 1.000.-€ al mes… guauuu!!!!

Ya digo: casi mejor que otra aproveche la oportunidad. Que cosas como ésas no se presentan todos los días…

Evidencias (casi) inexplicables

Es la una menos veinte de la madrugada.

Llevo dos días sin actualizar el blog, y, encima, la última actualización era casi de las de «rutina».

Pese a eso, hace apenas un minuto… mi contador de calabacitas indicaba que en ese momento tenía !!!!siete!!!! en línea.

No sé: a veces no entiendo nada… Ó casi podría mejor decir que a veces entiendo algunas cosas, son esos momentos de lucidez que a las empresas para las que he trabajado les han ido siempre tan bien…

Esta foto es real:


Era el cielo de Madrid la otra noche. A las once menos diez de la noche.
No, tampoco era muy normal…

Y no, no tiene ningún tipo de retoque. En la realidad, la luz era bastante más fuerte (es que con el flash para paisajes nocturnos salen anaranjados los edificios… a la vez que el cielo se oscurece).

Tampoco era la luna, que era ésta. Cuarto creciente muy avanzado, como se vé.

Entre las diez y más de la una he estado sin conexión a internet. Ignoro el porqué. No podía apagar el pc y reiniciar (que es lo que termino haciendo cuando «se atasca» ) porque tenía el antivirus revisándome los archivos (cada vez tarda más. Claro, cada vez tengo más cosas en el disco duro…). Una y otra vez me decía que no podía mostrarme la página que había solicitado porque había un problema de conexión. Como la opción era dar a un enlace para que se auto-revisase y buscara el problema… hale, a dar al enlace. Donde, al ratito, me decían que había un problema con las conexiones entre el modem y el pc…

Ya digo: ha sido cerrar sesión/apagar/reiniciar… y como la seda.

http://media.imeem.com/m/8qCYRS862v
Ojalá todos los problemas, todos los atascos y todos los fallos se resolvieran apagando/reiniciando. Porque creo que apagaría/reiniciaría varias facetas de mi vida real…