(En esta ocasión, para escuchar la música hay que pinchar en el play – triangulito negro de lado izquierdo – del cajetín. Y aconsejo hacerlo… luego explico quienes y en qué contexto/ momento son).
Bueno, pues como llevo años diciendo, y como luego musicó Diego Torres: saber que se puede, querer que se pueda. Está claro que la Selección de Fútbol, hayan ó no pensado en esa frase ó se acuerden siquiera de la canción, han aplicado este criterio. Y han «pasado» olímpicamente de agoreros, de supersticiosos y supersticiones, de fechas-aniversario fatídicas… Han salido (por fin!!!!) a jugar al fútbol, que es a lo que se dedican… y se han tomado en serio que lo hacían con una camiseta común y al margen de generosos honorarios y fichas que los terminan por convertir en mercenarios del deporte: que eso es lo que termina siendo el que pasa de su club adorado al rival en que de crío juró que nunca vestiría su camiseta. Y cuando eso se hace pasando de un club a otro en dos ó tres ocasiones… es perfectamente normal terminar diciendo que no, que ese fin de semana se está cansadito y no se juega. No vaya a lesionarse… y no poder hacer el anuncio del reloj ó la maquinilla de afeitar. Ése que tan buenas «propinas» paga por tres horas posando un ratito…
En fin: que !!!por fin!!! la Selección Española de Fútbol no sólo ha pasado de cuartos… sino que ha ganado un campeonato de cierto nivel (el segundo en importancia, tras el Mundial de Fútbol. Ó quizás al mismo nivel que éste).
¿Qué dejan? Aparte de terminar con todas esas supersticiones, pues dejan unos excelentes datos de audiencia para los partidos en general y para la cadena de Tv (Cuatro) que compró la Eurocopa (al parecer, no se amortiza el coste sólo con lo recaudado en concepto de publicidad… pero es probable que muchos espectadores se hayan enganchado a algún programa ó serie de la cadena y eso signifique subir audiencia a medio plazo. Tampoco la cadena más vista en España, actualmente Telecinco, soñaba serlo hace seis, ocho años. Y no digamos ya puntos como su informativo de las nueve… hace siquiera un año).
También dejan a una cadena de venta de aparatos de imagen y sonido al borde de la ruina (por lo visto, como prometieron regalar parte del importe de los televisores y no sé si también Dvd’s comprados antes de la Eurocopa, si España pasaba de cuartos… la bromita les va a salir por millón y pico de euros. Eso, en plena crisis y considerando que los vales se van a poder canjear en productos ya rebajados, que hasta las empresas de este tipo ponen «rebajas», lo dicho, catastrófico). Algo similar les puede pasar a algunos comerciantes que también ofrecieron regalar determinados productos si se ganaba el campeonato… es que como somos tan optimistas para algunas cosas… en fin.
Por supuesto y por desgracia, dejan destrozos en el mobiliario urbano. Y es que los gamberros y los alborotadores lo son en todo momento y condición: da igual si el tema va de protestar en una huelga, si se trata de una manifestación pacífica, un desalojo okupa, si al hacerlo en determinadas provincias se justifica como «lucha callejera con ánimo político/reivindicativo»… ó si, como anoche, es la celebración de un triunfo deportivo. En este caso, no he necesitado que me lo cuenten: anoche, carretera de salida de un gran municipio del sur adonde llegué en Metro y se diría que estaban esperando la llegada de la Selección, por la gente que se había concentrado allí. Ya me pasó en el anterior partido, el de Rusia… donde me encontré con que habían vaciado de agua la fuente ornamental (la zona sur de la CAM está llena de rotondas con fuentes, la mayoría de dudoso gusto estético, por cierto), y la policía escoltaba a los buses, apartado a los «toreros aficionados» que, bandera en mano, intentaban demostrar su destreza en el arte de cuchares con el vehículo de transporte comunitario… Bueno, pues ayer, lo mismo. Hasta que no apareció la policía, el conductor del autobús donde yo iba se negó a intentar salir. La policía nos dejó bordear la rotonda y avanzar en el carril contrario… y parar un poco más allá, para recoger a los pasajeros del bus que nos precedía ( y que no cogí por segundos… y porque no me apetecía correr). Resulta que algunos «animadores», tan deportivos ellos, habían roto dos lunas del bus, con el consiguiente riesgo para la seguridad de los pasajeros, y descolgado el retrovisor… a base de colgarse de él. Ya se sabe: espíritu olímpico. Y, como subieron comentado unas asustadas pasajeras… también habían intentado volcar un automovil particular en el que viajaban dos niños. Igual es que el conductor no se prestó a ser toreado con la bandera, no llevaba una por la ventanilla, ó, quien sabe…
Una lástima que«los de siempre» al final estén a punto de estropear la alegría general.
Bueno, y como anoche no fotografié al Otto (la «mascota vudú» de la Selección… a la que no torturé demasiado y que terminó con su banderita española«viendo» las celebraciones), pues esto es lo que hay:
Ah: la música. Se trata de un tal Michael Schaze… acompañado por la Selección Alemana de Fútbol… !!!!del Mundial de España del año 82’…!!!!!!
Ya digo: un incunable. Por cierto, me acuerdo de la letra en castellano… si la llegaríamos a escuchar veces…
Y la he buscado y seleccionado (imposible encontrar en castellano)… porque es mi recuerdo musical/futbolero más antiguo. Y porque igual si a muchos y muchas de mi generación nos gusta el fútbol (más ó menos moderadamente) es porque «sufrir» un Mundial de Fútbol organizado en casa, con sólo dos cadenas de televisión… marca.
Ya lo creo yo que marca.